Llevó ya casi tres años trabajando con CODA, con mis niños, he de confesar que al igual que con las relaciones, en el trabajo hay momentos en que lo espectacular se pierde en la rutina y en ocasiones sin darnos cuenta los momentos que antes nos provocaban mariposas ya los tomamos como algo más del montón.
Pero siempre llega ese punto, que cuando uno cree haberlo visto todo las mariposas regresan.
Previo a cada concierto, los nervios y la emoción llenan mi cuerpo, el estrés de saber que todo esta funcionando, tener el plan B del primer plan B siendo consciente de que nada nunca saldrá como uno lo planea pero estar lista para lo que se venga.
Hace año y medio, cuando apenas CODA comenzaba a componer y armar este nuevo disco, CICLOS, la emoción partía de la incertidumbre de saber que sucedería una vez cuando el nuevo bebé llegará, y es que entre giras, pleitos y altibajos era impredecible.
Sin embargo, por fin llego el día, el día de la presentación ante la sociedad, y aunque fue un día caótico, y siendo honestos solo escuche 3 canciones del concierto, fue ese momento que me recordó lo espectacular de mi trabajo, ese momento en que uno recuerda las mariposas y la atracción resurge, cuando uno se vuelve a enamorar.
Un segundo aire fue lo que me dio esa presentación, el voltear y ver a mi alrededor cientos de personas ansiosos por escuchar las nuevas canciones al igual que los clásicos, cientos de personas que con cada concierto vuelven, al igual que yo, a sentir esas mariposas.
Entonces llegó Colombia, es un tanto irónico, que la primera fecha oficial de CODA tras el lanzamiento del disco no fuera en nuestro país, sino en tierras desconocidas tanto para ellos como para mí, pero aun así ahí nos encontrábamos.
Después de un vuelo un tanto MUY cansado con escalas que parecían eternas, llegué a Colombia, tras meses de hablarlo y de soñarlo, por fin nos encontrábamos a días de la presentación en Rock Al Parque. Para muchos en mi línea de trabajo, este podría ser un concierto más, una fecha más. Pero había algo tras de ella que hacía resurgiera esa incertidumbre, esos nervios, esa expectativa y emoción. Y entonces comenzaron los largos días, desde que llegaron mis niños, como muchos saben que les digo, sentí esa realización de algo grandioso; no querían ir a dormir, querían ir a comer; cosa que ya sabía aunque realmente esperaba quisieran dormir porque yo moría de sueño, aun así fuimos a desayunar y que bueno que tenían hambre, porque como siempre fueron capaces de quitarme el sueño, de abrirme los ojos y que esa incertidumbre se fuera, estábamos en otro país, presentaríamos no sólo el disco sino al grupo en Bogotá y más aún en uno de los festivales más grandes e importantes del continente. Regresé a ser esa niña llena de emoción por empezar el día.
Así dimos comienzo al viaje, desde el Sábado estábamos en el festival, con la justificación de que teníamos entrevistas que hacer pero más allá creo que todos queríamos saber en que nos habíamos metido, y efectivamente no era algo pequeño, y no me refiero únicamente al festival, me refiero a CICLOS, me di cuenta de que tenemos un camino largo y complicado frente a nosotros en esta nueva etapa. Un camino que lejos de provocar miedo me causa emoción.
Podría narrarles el minuto a minuto de los cuatro días que estuve allá, pero creo que lo que realmente quiero no es narrarles sino expresar, pues llegó el lunes, estábamos en el camerino de tránsito como lo llaman, programados para tocar en 10 minutos y la banda anterior aún seguía en el escenario, los nervios comenzaron a apoderarse de mí, y si efectivamente comenzamos tarde, pero algo raro sucedió y es que los nervios no me controlaron a diferencia de otros momentos, estaba tranquila y confiada en mis niños y en mí; salieron al escenario, y el show comenzó, fue un show distinto. A diferencia de la mayoría, que tienen su clímax cuando llega «Aún», este concierto tuvo en un clímax permanente algo sorprendente y raro, ver a tanta gente que nunca había tenido la oportunidad de verlos en vivo, que durante una hora no cesaron de gritar y acompañar las canciones; ver cuando Xava sin previo aviso bajo del escenario y la gente mostraba su cariño, recordar que por eso hago lo que hago, que así como CODA comienza un nuevo CICLO este 2015, yo también lo hago.
Y es que creo que la presentación del disco no fue en sí el comienzo, sino más bien, lo fue esta fecha, fue una fecha que a todos nos incremento las ganas de hacer de esto así como los colombianos, un clímax constante que aún en la incertidumbre, al menos yo, seguiré buscando enamorarme día a día; porque eso es lo que me provoca saber que el fin de semana tengo un concierto, porque el estrés y los nervios son aquellos como de encontrarse en una primera cita, y puedo decir que cada fin de semana tengo una primera cita, y no me negarán que por más pavor que nos de ese primer encuentro, son esas primeras veces las que jamás olvidamos.
Por ello amo mi trabajo, por ello comienzo junto con CODA una nueva etapa llena de primeras veces, el principio de un CICLO de primeras citas.
Porque lo que viene siempre será mejor y mi próxima primera cita será el día de mañana en San Luis Potosí, y aún después de tantas primeras veces ese nervio del bueno no se ha ido a ningún lado.
Ya les contaré como me fue en esta nueva cita.
#CodaSigueAquí
Lavi
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